lunes, 25 de noviembre de 2019

De una lírica tradicional a una no tanto...


* “LA HORA” del libro “Lenguas de diamante”.


“Tómame ahora que aún es temprano
y que llevo dalias nuevas en la mano.

Tómame ahora que aún es sombría
esta taciturna cabellera mía.

Ahora que tengo la carne olorosa
y los ojos limpios y la piel de rosa.

Ahora que calza mi planta ligera
la sandalia viva de la primavera.

Ahora que en mis labios repica la risa
como una campana sacudida aprisa.

Después..., ¡ah, yo sé
que ya nada de eso más tarde tendré!

Que entonces inútil será tu deseo,
como ofrenda puesta sobre un mausoleo.

¡Tómame ahora que aún es temprano
y que tengo rica de nardos la mano!

Hoy, y no más tarde. Antes que anochezca
y se vuelva mustia la corola fresca.

Hoy, y no mañana. ¡Oh amante! ¿no ves
que la enredadera crecerá ciprés?”


Juana de Ibarbourou, 1919, Uruguay.


* "SONETO XXIII" de la recopilación de sus sonetos.


"En tanto que de rosa y de azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
con clara luz la tempestad serena;

y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena:

coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.

Marchitará la rosa el viento helado,
todo lo mudará la edad ligera
por no hacer mudanza en su costumbre."


Garcilaso de la Vega, 1526 apróx, España.


* "CARMEN LXXXV"de la recopilación de sus poemas.

 

"La odio y la amo. Me preguntas ¿cómo puede ser?

Yo no lo sé, pero siento que ocurre y sufro."



Catulo, el año 647 a.C apróx, Roma.


Tan gentil y tan honesta parece
Mi señora, cuando a otros saluda,
Que toda lengua temblando queda muda,
Y los ojos no se atreven a mirarla.
Ella se va, oyéndose alabada,
Benignamente de humildad vestida;
Y parece criatura venida
Del cielo a la tierra a prodigios mostrar.
Se muestra tan bella a quien la mira,
Que por los ojos al corazón da tal dulzura,
Que no puede entender quien no la prueba.
Y parece de sus labios moverse
Un espíritu suave, de amor pleno,
Que va diciendo al alma: Suspira.

https://adistanciaginer.files.wordpress.com/2012/09/poema-de-dante-dolce-stil-nuovo-solucionario1.pdf





* “AMA TU RITMO” del libro “Las ánforas de Epicuro”.


“Ama tu ritmo y ritma tus acciones
bajo su ley, así como tus versos;
eres un universo de universos
y tu alma una fuente de canciones.

La celeste unidad que presupones
hará brotar en ti mundos diversos,
y al resonar tus números dispersos
pitagoriza en tus constelaciones.

Escucha la retórica divina
del pájaro, del aire y la nocturna
irradiación geométrica adivina;

mata la indiferencia taciturna
y engarza perla y perla cristalina
en donde la verdad vuelca su urna.”


Rubén Darío, 1976, Nicaragua.



* “CUERPO Y ALMA” del disco “Cuerpo y alma”.


“Alma al aras alas que pasan
del ave que en vuelo anda
ama el alma en mantra

alma del lugar noche y fogata
as del luz y el fuego en llama
llama al alma y canta

canta - canta y ama vive en cuerpo y alma
canta- sol de la naturaleza llama

alma que al tramar tramas en mantras
haz que el luz aves alas as
salve al cuerpo y alma

alma nombre a Dios o al que es amigo
fiel en sí y a uno mismo
voz del cuerpo y alma

canta - pensamiento y ama el alma en mantra
canta - que en el cuerpo un templo guarda al alma”


Eduardo Mateo, 1984, Uruguay.

* “MI CABALLERO” del libro “Ismaelillo”.


“Por las mañanas
mi pequeñuelo
me despertaba
con un gran beso.
Puesto a horcajadas
sobre mi pecho,
bridas forjaba
con mis cabellos.
Ebrio él de gozo,
de gozo yo ebrio,
me espoleaba
mi caballero:
¡Qué suave espuela
sus dos pies frescos!
¡Cómo reía
mi jinetuelo!
Y yo besaba
sus pies pequeños,
¡Dos pies que caben
en solo un beso!”


José Martí, 1882, Cuba.


CAMBALACHE” compuesto para la película “El alma del bandoneón”.



Que el mundo fue y será una porquería
ya lo sé...
(¡En el quinientos seis
y en el dos mil también!).
Que siempre ha habido chorros,
maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos,
valores y dublé...
Pero que el siglo veinte
es un despliegue
de maldá insolente,
ya no hay quien lo niegue.
Vivimos revolcaos
en un merengue
y en un mismo lodo
todos manoseaos...

¡Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor!...
¡Ignorante, sabio o chorro,
generoso o estafador!
¡Todo es igual!
¡Nada es mejor!
¡Lo mismo un burro
que un gran profesor!
No hay aplazaos
ni escalafón,
los inmorales
nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
¡da lo mismo que sea cura,
colchonero, rey de bastos,
caradura o polizón!...

¡Qué falta de respeto, qué atropello
a la razón!
¡Cualquiera es un señor!
¡Cualquiera es un ladrón!
Mezclao con Stavisky va Don Bosco
y "La Mignón",
Don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín...
Igual que en la vidriera irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remaches
ves llorar la Biblia
contra un calefón...

¡Siglo veinte, cambalache
problemático y febril!...
El que no llora no mama
y el que no afana es un gil!
¡Dale nomás!
¡Dale que va!
¡Que allá en el horno
nos vamo a encontrar!
¡No pienses más,
sentate a un lao,
que a nadie importa
si naciste honrao!
Es lo mismo el que labura
noche y día como un buey,
que el que vive de los otros,
que el que mata, que el que cura
o está fuera de la ley...


Enrique Santos Discépolo, 1934, Argentina.



"CARMINUM I, 11" de la recopilación de sus poemas.


"No pretendas saber, pues no está permitido,
el fin que a mí y a ti, Leucónoe,
nos tienen asignados los dioses,
ni consultes los números Babilónicos.

Mejor será aceptar lo que venga,
ya sean muchos los inviernos que Júpiter
te conceda, o sea éste el último,
el que ahora hace que el mar Tirreno
rompa contra los opuestos cantiles.

No seas loca, filtra tus vinos
y adapta al breve espacio de tu vida
una esperanza larga.

Mientras hablamos, huye el tiempo envidioso.
Vive el día de hoy. Captúralo.
No fíes del incierto mañana."


Quinto Horacio Flaco, 35 a.C. apróx, Roma.





* “CERRAR PODRÁ” del libro “Antología poética”.


“Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día[1],
y podrá desatar esta alma mía
hora a su afán ansioso lisonjera[2];

mas no, de esotra parte, en la ribera,
dejará la memoria, en donde ardía[3]:
nadar sabe mi llama la agua fría,
y perder el respeto a ley severa[4].

Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
medulas que han gloriosamente ardido[5]

su cuerpo dejará, no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrá sentido;
polvo serán, mas polvo enamorado[6].”


Francisco de Quevedo, 1615 apróx, España.



* Poema “23 del libro “No”.


"Si solos
qué
estemos solos.
Estemos solos
pues
dejémonos de cosas."


* y el poema “53 del mismo libro.


“Como un disco acabado
que gira y gira y gira
ya sin música
empecinado y mudo
y olvidado.
Bueno
así.”


Idea Vilariño, 1980, Uruguay.



HABLANDO DE TODO Y DE NADA” en el libro “Verbo”.


“Hablando nada de todo.
Por 45 minutos de mayonesa en tarro
oles el vidrio del televisor
arrancándote las uñas con vuestros dientes
“Los gansos son peligrosos”, lo dijo un tipo.
El sonido de la electricidad y el agua de la cisterna
giran hacia la derecha
Flip con el control de la teve.
Me jalaron la remera.
Esa columna no se queda quieta.
Ese sentimiento de euforia,
de incomodidad, ganas de llorar y
saltar
correr desnudo, ¡ay, que churro!
La gota que toca tus labios
Y esa pega en momentos.
Aquella flor de papel.
Los pies te regulan la temperatura.
“En cada casa hay un baño”
con Los Simpsons hablando.
Y Kablam, y Rocko y algo más que su Modernidad.”


Julio Arenas, 2012, Uruguay.




Loa del estudio” del libro “Lieder Gedichte Chöre” (Poemas, canciones, coros).


“¡Estudia lo elemental! Para aquellos
cuya hora ha llegado
no es nunca demasiado tarde.
¡Estudia el "abc" !No basta, pero
Estúdialo. ¡No te canses!
¡Empieza! ¡Tú tienes que saberlo todo!
Estás llamado a ser un dirigente.

¡Estudia, hombre en el asilo!
¡Estudia, hombre en la cárcel!
¡Estudia, mujer en la cocina!
¡Estudia, sexagenario!
Estás llamado a ser un dirigente.

¡Asiste a la escuela, desamparado!
¡Persigue el saber, muerto de frío!
¡Empuña el libro, hambriento! ¡Es un arma!
Estás llamado a ser un dirigente.

¡No temas preguntar, compañero!
¡No te dejes convencer!
¡Compruébalo tú mismo!
Lo que no sabes por ti,
no lo sabes.
Repasa la cuenta,
tú tienes que pagarla.
Apunta con tu dedo a cada cosa
y pregunta: "Y esto, ¿de qué?"
Estás llamado a ser un dirigente.”


Bertolt Brecht, 1933, Alemanía.



* “POEMA” de ningún libro, tengo entendido, si no que de entrevistas.


La vida es una obra de teatro que no permite ensayos...
Por eso, canta, ríe, baila, llora
y vive intensamente cada momento de tu vida...
...antes que el telón baje
y la obra termine sin aplausos.
¡Hey, hey, sonríe!
más no te escondas detrás
de esa sonrisa...
Muestra aquello que eres, sin miedo...
Existen personas que sueñan
con tu sonrisa,  así como yo.
¡Vive! ¡Intenta!
La vida no pasa de una tentativa.
¡Ama!
Ama por encima de todo,
ama a todo y a todos...
No cierres los ojos a la suciedad del mundo,
no ignores el hambre
Olvida la bomba,
pero antes haz algo para combatirla,
aunque no te sientas capaz
¡Busca!
Busca lo que hay de bueno en todo y todos.
No hagas de los defectos una distancia,
y si, una aproximación.
¡Acepta!
La vida, las personas,
haz de ellas tu razón de vivir.
Entiende!
Entiende a las personas que piensan diferente a ti,
no las repruebes...
Eh! Mira...
Mira a tu espalda, cuantos amigos...
¿Ya hiciste a alguien feliz hoy?
¿O hiciste sufrir a alguien con tu egoísmo?
¡Eh! No corras...
¿Para que tanta prisa?
Corre apenas dentro tuyo.
¡Sueña!
Pero no perjudiques a nadie y
no transformes tu sueño en fuga.
¡Cree! ¡Espera!
Siempre habrá una salida,
siempre brillará una estrella.

Llora! ¡Lucha!
Haz aquello que te gusta...
siente lo que hay dentro de ti.
Oye...
Escucha lo que las otras personas
tienen que decir,
es importante.
Sube...
Haz de los obstáculos escalones...
para aquello que quieres alcanzar.
Más no te olvides de aquellos que no consiguieron subir
en la escalera de la vida.
Descubre!
descubre aquello que es bueno dentro tuyo...
Procura por encima de todo ser gente,
yo también voy a intentar.
¡Hey! Tú...
ahora ve en paz.
Yo preciso decirte que... TE ADORO,
simplemente porque existes...


Charles Chaplin, 1960 apróx, Inglaterra.



La verdadera cara de los ángeles” del libro “Último round”.


"La verdadera cara de los ángeles
es que hay napalm y hay niebla y hay tortura
la cara verdadera es el zapato entre la mierda,
el lunes de mañana, el diario.

La verdadera cara
cuelga de perchas y liquidación de saldos.
De los ángeles la cara verdadera
es un álbum que cuesta treinta francos
y está lleno de caras:
las verdaderas caras de los ángeles.
La cara de un negrito hambriento,
la cara de un cholito mendigando,
un vietnamita, un argentino, un español,
la cara verde del hambre verdadero de los ángeles.

Por treinta  francos la emoción en casa.
La cara verdadera de los ángeles,
la cara verdadera de los hombres,
la verdadera cara de los ángeles."


Julio Cortázar, 1969, Méjico.



* "Acaba de pasar el que vendrá" del libro "Poemas humanos".


"Acaba de pasar el que vendrá
proscrito, a sentarse en mi triple desarrollo;
acaba de pasar criminalmente.

Acaba de sentarse más acá,
a un cuerpo de distancia de mi alma,
el que vino en un asno a enflaquecerme;
acaba de sentarse de pie, lívido.

Acaba de darme lo que está acabado,
el calor del fuego y el pronombre inmenso
que el animal crió bajo su cola.

Acaba
de expresarme su duda sobre hipótesis lejanas
que él aleja, aún más, con la mirada.

Acaba de hacer al bien los honores que le tocan
en virtud del infame paquidermo,
por lo soñado en mi y en él matado.

Acaba de ponerme (no hay primera)
su segunda aflixión en plenos lomos
y su tercer sudor en plena lágrima.

Acaba de pasar sin haber venido."


Cesar Vallejo, 1938, Perú.



* "AL LECTOR" del libro "Las flores del mal".


"La necedad, el error, el pecado, la tacañería,
Ocupan nuestros espíritus y trabajan nuestros cuerpos,
Y alimentamos nuestros amables remordimientos,
Como los mendigos nutren su miseria.

Nuestros pecados son testarudos, nuestros arrepentimientos cobardes;
Nos hacemos pagar largamente nuestras confesiones,
Y entramos alegremente en el camino cenagoso,
Creyendo con viles lágrimas lavar todas nuestras manchas.

Sobre la almohada del mal está Satán Trismegisto
Que mece largamente nuestro espíritu encantado,
Y el rico metal de nuestra voluntad
Está todo vaporizado por este sabio químico.

¡Es el Diablo quien empuña los hilos que nos mueven!
A los objetos repugnantes les encontramos atractivos;
Cada día hacia el Infierno descendemos un paso,
Sin horror, a través de las tinieblas que hieden.

Cual un libertino pobre que besa y muerde
el seno martirizado de una vieja ramera,
Robamos, al pasar, un placer clandestino
Que exprimimos bien fuerte cual vieja naranja.

Oprimido, hormigueante, como un millón de helmintos,
En nuestros cerebros bulle un pueblo de Demonios,
Y, cuando respiramos, la Muerte a los pulmones
Desciende, río invisible, con sordas quejas.

Si la violación, el veneno, el puñal, el incendio,
Todavía no han bordado con sus placenteros diseños
El canevás banal de nuestros tristes destinos,
Es porque nuestra alma, ¡ah! no es bastante osada.

Pero, entre los chacales, las panteras, los podencos,
Los simios, los escorpiones, los gavilanes, las sierpes,
Los monstruos chillones, aullantes, gruñones, rampantes
En la jaula infame de nuestros vicios,

¡Hay uno más feo, más malo, más inmundo!
Si bien no produce grandes gestos, ni grandes gritos,
Haría complacido de la tierra un despojo
Y en un bostezo tragaríase el mundo:

¡Es el Tedio! -los ojos preñados de involuntario llanto,
Sueña con patíbulos mientras fuma su pipa,
Tú conoces, lector, este monstruo delicado,
-Hipócrita lector, -mi semejante, -¡mi hermano!"


Charles Baudelaire, 1957, Francia.



VUELTA DE PASEO” del libro “Poeta en Nueva York”.


Asesinado por el cielo,
entre las formas que van hacia la sierpe
y las formas que buscan el cristal,
dejaré crecer mis cabellos.
Con el árbol de muñones que no canta
y el niño con el blanco rostro de huevo.
Con los animalitos de cabeza rota
y el agua harapienta de los pies secos.
Con todo lo que tiene cansancio sordomudo
y mariposa ahogada en el tintero.
Tropezando con mi rostro distinto de cada día.
¡Asesinado por el cielo!


Federico García Lorca, 1929, E.E.U.U.



* "APUNTE CALLEJERO" del libro "Veinte poemas para ser leídos en el tranvía".


En la terraza de un café hay una familia gris. Pasan unos senos bizcos buscando una sonrisa sobre las mesas. El ruido de los automóviles destiñe las hojas de los árboles. En un quino piso, alguien se crucifica al abrir de par en par una ventana.

Pienso en donde guardaré los quioscos, los faroles, los transeúntes, que se me entran por las pupilas. Me siento tan llenos que tengo miedo de estallar... Necesitaría dejar algún lastre sobre la vereda...

Al llegar a una esquina, mi sombra se separa de mí, y de pronto, se arroja entre las ruedas de un tranvía.


Oliverio Girondo, 1920, no sé sabe dónde.





* y el poema “Espantapájaros” que en realidad sirve de portada del libro “Espantapájaros (al alcance de todos)”.

Oliverio Girondo, 1932, Argentina.





* "Vialacecto" de la pág http://ribolucusario.blogspot.com/


Desde un pintayaso
Que soboca el fil del plumento,
Recuesto mi bostangia
En lo más gris de tu cielo.
Ni el filabogo
Que más ha anclado en el falirio
Sabe que, después del llanto,
Viene, embilo, el delirio.
¡Enta orezco que resbala
De tu desdén enmacaralio!
¿Qué masacre más osada
Que el lunsacundo arremediado?
-Deja, entonces tu etpilera
Y yo dejo mi ancalario-
Dije a tu espejo postrado.
-Vialacecto en vano- respondiste-
Para entonces ya me habrás olvidado.

Guillermina Sartor, 2014, Uruguay.


*”Soneto de lectura” del libro “Cuentos impensados”.

Y estas aquí, lector, de frente a estos versos,
esperando que este, y si no, el siguiente,
te preste nuevos ojos para que el universo,
o tu porción de él, se vuelva diferente.

La estrofa terminó y no pásó gran cosa:
no hubo revelación, no llegaste a enterarte
de nada en especial, ni se volvió graciosa
la métrica o la rima, al llegar a esta parte.

¿Habrás perdido el tiempo llevando esta lectura
a término sin dar con una nueva idea
o la confirmación de alguna ya madura,

o acaso estas palabras sin ton ni panacea
que lejos de aclarar, mantienen todo a oscuras
te dan para pensar, en ellas aunque sea?

Leo Maslíah, 2008, Uruguay.


[1] Postrera: última. El yo lírico prevé el momento en que la sombra última de la muerte le cerrará los ojos y le arrebatará la luz de este mundo (blanco día).
[2] Y la hora agradable (lisonjera) de la muerte podrá soltar su alma que está ansiosa por liberarse de la cárcel del cuerpo para así acceder a la vida eterna.
[3] La muerte está representada al modo de los antiguos griegos y romanos, quienes creían que el alma del difunto cruzaba un río llamado Leteo antes de alcanzar el reino de los muertos. Al pasar el Leteo, el alma se olvidaba de todo lo que había vivido en el mundo terrenal, pero el yo lírico enuncia que él, cuando se encuentre en el más allá (de esotra parte) conservará el recuerdo (memoria) del amor en lugar de dejarlo en la orilla (ribera) del río del olvido.
[4] Se refiere a la severa ley de la muerte, que dicta que el alma del hombre muerto no puede recordar nada de lo que vivió en el mundo terrenal.
[5] El yo lírico alude a su propio cuerpo mencionando tres de sus partes: el alma, las venas y las médulas o medulas, que son los huesos. De su alma dice que ha vivido encarcelada por culpa de un dios (Cupido); de sus venas, que el líquido (humor) que las recorría, es decir, la sangre, ha dado alimento al fuego de la pasión; de sus huesos, que han ardido gloriosamente en el fuego de la pasión.
[6] Los tres predicados se corresponden con los tres sujetos citados en el primer terceto. El yo lírico nos dice que, una vez en el más allá, su alma dejará el cuerpo pero no se desprenderá de su ansiedad amorosa (no su cuidado); las venas serán ceniza, pero ceniza con capacidad de sentir; y los huesos se convertirán en polvo, pero en polvo enamorado. En definitiva, expresa la convicción de que el amor, cuando es intenso, puede sobrevivir a la muerte.


Saludos,
Rafael.

sábado, 23 de noviembre de 2019

Objeto directo, indirecto y preposicional.

Emilio Alarcos:
http://coleccion.narod.ru/manuales/RAE-Gramatica-de-la-lengua.pdf

Páginas 277 y ss: Objeto directo.

XXII. EL OBJETO DIRECTO.

Características 332.

Mientras el sujeto explícito sirve para especificar la referencia personal hecha por la terminación del verbo, otros términos adyacentes puntualizan la alusión léxica de la raíz verbal. En Bebe o en Piensa, el sujeto morfológico de tercera persona singular puede concretar su referencia mediante la aparición de un sujeto explícito (como al decir La mujer bebe, El maestro piensa). También interesa a veces limitar la referencia del signo léxico verbal a algo más concreto; para ello se agrega un término adyacente que designa el objeto sobre el cual se desenvuelve la actividad aludida por la raíz verbal. Al decir La mujer bebe agua, El maestro piensa en su situación, los adyacentes agua y en su situación discriminan el campo de aplicabilidad del «beber» y el «pensar» denotados por el verbo. Se denominarán estos adyacentes objeto directo y objeto preposicional, respectivamente. La pregunta que inquiera sobre ellos exige el interrogativo qué, solo en el caso del objeto directo, y precedido de la oportuna preposición en el otro (¿qué bebe?, ¿en qué piensa?).


333.

El objeto directo (también llamado complemento directo o implemento) se enlaza al verbo sin necesidad de ningún índice explícito de su función. Los sustantivos (o las unidades o grupos equivalentes) que cumplen esta función suelen ir pospuestos al verbo, aunque no necesariamente contiguos. Si por motivos expresivos se anteponen al verbo las palabras que desempeñan ese papel, o si se elimina su mención porque la referencia es consabida, el núcleo verbal queda incrementado con un representante átono de su función, el cual indica además los morfemas de género y número propios del sustantivo (o equivalente) antepuesto o elidido: 278 ESTRUCTURA DE LOS ENUNCIADOS: ORACIONES Y FRASES Agua, sí la bebe. Esos libros, no los ha leído nunca. ¿Has visto al maestro? —No; no lo he visto. ¿Quiénes son esas chicas? —No sé; no las conozco.



Páginas 283 y ss: Objeto Preposicional.

XXIII. EL OBJETO PREPOSICIONAL

Objeto preposicional y adyacente circunstancial 339.

Ciertos verbos especifican la referencia real de su significado léxico agregando un adyacente que, a diferencia del objeto directo, va precedido por una determinada preposición: Hablan de música, Acabó con sus ahorros, Confio en la suerte, Olía a carbonilla, Preguntaron por la carta. A primera vista, los segmentos de música, con sus ahorros, en la suerte, a carbonilla, por la carta ofrecen estructura semejante a la de otros adyacentes provistos también de preposición, como los de estas otras oraciones: Hablan de memoria, Acabó con rapidez, Confio en general, Olía a distancia, Preguntaron por carta. Sin embargo, varios rasgos distinguen los objetos preposicionales (o suplementos) de la primera serie respecto de los adyacentes circunstanciales de la segunda. Aquellos pueden ser respuestas a preguntas como ¿De qué hablan?, ¿Con qué acabó?, ¿En qué confias?, ¿A qué olía?, ¿Por qué preguntaron?, todas con la unidad interrogativa qué precedida de la preposición. Por los adyacentes de la otra serie se preguntaría con una unidad adverbial: ¿Cómo hablan?, ¿Cómo acabó?, ¿Cómo confías?, ¿Cómo olía?, ¿Cómo preguntaron? Paralelamente, si se realzase mediante una construcción ecuacional (§ 362) el adyacente de unas y otras oraciones, se observaría su diferencia: Es de música de lo que hablan, Es a carbonilla a lo que olía, etc., para la serie de objetos preposicionales, y Es de memoria como hablan, Es a distancia como olía, etc., para la otra. De igual modo, si el significado léxico de unos y otros adyacentes fuese consabido y pudiera eludirse, el objeto preposicional dejaría un representante pronominal tónico suyo precedido de la preposición pertinente, mientras los otros circunstanciales se omitirían o, si fuera preciso, se sustituirían con un adverbio. Así, de una parte se diría Hablan de eso, Acabó con ello Confio en ella, Olía a eso, Preguntaron por ella, y, por otra, Hablan así, Acabó ya, Confio, Olía, Preguntaron. Siendo, pues, funcionalmente diversos, el objeto preposicional y el adyacente circunstancial pueden coexistir en una misma oración: Hablan de música de memoria. Acabó con sus ahorros con rapidez. Confío en la suerte en general. Olía a carbonilla a distancia. Preguntaron por carta por la carta. Por ello no pueden coordinarse entre sí. No se diría Hablan de música y de memoria, Acabó con rapidez y con sus ahorros, Confío en la suerte y en general, Olía a carbonilla y a distancia, Preguntaron por la carta y por carta. Sí sería normal la coordinación entre dos objetos preposicionales o entre dos adyacentes circunstanciales como en Hablan de música y (de) danzad Hablan de memoria y con rapidez, Acabó con sus ahorros y con la herencia* Acabó con rapidez y perfección, Confio en la suerte y la intuición, Confio en, general y sin prejuicios, Olía a carbonilla y a gas, Olía a distancia y a ráfagas, Preguntaron por la carta y la respuesta, Preguntaron por carta y por teléfono.

Objeto preposicional y objeto directo 340.

Se ha visto que el objeto preposicional cumple respecto del núcleo de la oración una relación semántica análoga a la del objeto directo; sin embargo, su función sintáctica es diversa, según se refleja en la obligatoriedad de la preposición para el primero y su diferencia al ser representados unos por referentes tónicos (el preposicional) y otros por incrementos átonos (el directo). Claro es que los verbos susceptibles de admitir un adyacente objeto no exigen siempre su presencia: se puede decir El enfermo ya come (sin objeto directo) y El enfermo ya come carne (con objeto directo); El niño ya habla (sin objeto preposicional) y El niño ya habla de música (con objeto preposicional). Pero la diversidad funcional de las dos especies de objetos se aprecia todavía en otro rasgo: cuando el objeto directo se antepone al núcleo de la oración, se reproduce junto a este pronominalmente; en cambio, el objeto preposicional antepuesto no requiere ser reproducido. Así, frente a Estos problemas los estudiaremos otro día, con referente átono del objeto directo, se diría De estos problemas trataremos otro día, sin reiteración del objeto preposicional.

341. La diversidad de función conduce a la frecuente incompatibilidad de objeto directo y preposicional con un mismo verbo y, como es natural, a la imposibilidad de coordinarlos en un grupo unitario. Sería absurdo decir Aspiraba el perfume y a la gloria, reuniendo el objeto directo el perfume y el preposicional a la gloria. Quiere esto decir que hay verbos que adoptan uno u otro adyacente. Unos exigen el objeto directo, como Zurce la ropa, Vendió los muebles, Comía pescado, Ha leído el periódico, etc.; otros, por la naturaleza de su significado, requieren un objeto preposicional, como en Carecía de apoyos, Desconfiad de las imitaciones, Su éxito estriba en el dinero, Contaré contigo, etc.; en fin, algunos se acompañan alternativamente de objeto directo o preposicional (y hasta en cada caso varía su significación). Así, en los ejemplos siguientes, los de la izquierda llevan objeto directo y los de la derecha objeto preposicional, según muestran sus equivalentes cuando hay elusión del significante: Trató la dolencia con antibióticos ( = La trató). Ha cumplido veinte años ( = Los ha cumplido). Reparó los baches ( = Los reparó). Aspiraba el aroma ( = Lo aspiraba). Mirad el perro ( = Miradlo). Trató de la dolencia con erudición ( = Trató de ella). Ha cumplido con su deber ( = Ha cumplido con él). Reparó en los baches ( = Reparó en ellos). Aspiraba al triunfo ( = Aspiraba a él). Mirad por el perro ( = Mirad por él). 



Páginas 289 y ss.


XXIV. EL OBJETO INDIRECTO


Características 346.

El objeto indirecto, o complemento, es compatible con cualquier otro adyacente en la misma oración, y suele designar en la realidad al destinatario de la noción evocada por el verbo (o, en su caso, por el conjunto del verbo y su objeto directo o preposicional). Por ejemplo, en Escribió a (((recordar que sólo contados casos el objeto directo permite "a")))* que  su amigo, el objeto indirecto a su amigo se refiere al destinatario de la noción «escribir» sugerida por el núcleo verbal. En cambio, en estos otros enunciados: Escribió una carta a su amigo. Habló a su amigo de sus problemas, el objeto indirecto a su amigo especifica el destino de la experiencia denotada en conjunto por el verbo y su objeto directo (escribió una carta) y por el verbo y su objeto preposicional (habló de sus problemas), respectivamente. Con el término de destinatario se abarcan muchos matices de la realidad que se expresa. Por lo común, el sustantivo (o las unidades que hagan sus veces) se refiere, en esta función de objeto indirecto, a seres animados, como en el ejemplo precedente; pero también puede aludir a entes inanimados en estos dos ejemplos: A esta puerta le he cambiado la cerradura. Ha puesto muchas notas al texto, los objetos indirectos a esta puerta y al texto indican cuáles son los receptores de las actividades consignadas «cambiar la cerradura» y «poner notas». He aquí otros ejemplos: Encontró de muy buen gusto el sesgo que daba [...] a su extraña situación (1.263). Me permitió [...] echar largas miradas al camino recorrido (7.463). Había prestado atención [...] a las actitudes de aquellos (7.479). No le daré a esto más importancia de la que tiene (22.173). Fuera de una situación explícita, el sentido concreto de lo designado por el objeto indirecto puede ser ambiguo, como, por ejemplo, diciendo Compramos el cuadro a Juan, puesto que en la realidad el ser llamado «Juan» puede coincidir tanto con el vendedor del cuadro como con el beneficiario de su compra, a pesar de lo cual la función del segmento a Juan es la misma de objeto indirecto. Si fuese preciso distinguir los dos sentidos, otros recursos separarían el papel de objeto indirecto y el de adyacente circunstancial (y se diría Compramos el cuadro al anticuario para Juan, o bien Compramos a Juan el cuadro para el anticuario).


Objeto indirecto y objeto directo 347.

La preposición a se antepone siempre al objeto indirecto, pero como también se usa en otras funciones, no basta ella sola para identificarlo. Se ha visto y se verá (§ 335, 339, 356) que aparece a ante objetos directos (Vio a la muchacha, Persiguió al lobo), preposicionales (Aspiran a la gloria, Huele a gas) y adyacentes circunstanciales (Espera a la puerta, Llegó a la hora). Respecto del objeto directo, el indirecto presenta rasgos comunes: se sitúan ambos tras el verbo, sin que la precedencia del uno o del otro implique diferencia de sentido, pues es indiferente decir Escribió una carta a su amigo o Escribió a su amigo una carta. Son solo motivos rítmicos o expresivos los que hacen preferible un orden u otro. Al anteponerlos al verbo para realzar sus contenidos, se incrementa este con un personal átono que reitera la función del término desplazado. Y cuando los dos objetos se eluden por ser conocidas sus referencias, también el verbo recibe esos incrementos átonos. Sin embargo, las dos funciones solo quedan indiferenciadas en las unidades personales de primera y segunda persona, que tienen formas únicas para ambas funciones: Me lavo (objeto directo). Me lavo las manos (objeto indirecto). Te depilas (obj. dir.). Te depilas las cejas (obj. ind.). Nos quemamos (obj. dir.). Nos quemamos la lengua (obj. ind.). Os afeitó (obj. dir.). Os afeitó el bigote (obj. ind.). Me vieron a mí (obj. dir.). A mí me escribieron la carta (obj. ind.). Te peinó a ti (obj. dir.). A ti te peinó la melena (obj. ind.). Nos llaman a nosotros (objeto A nosotros nos dieron regalos (obj. ind.). directo). Os vieron a vosotros (objeto A vosotros no os escriben cartas (obj, ind.}. directo). En estos ejemplos, las formas únicas personales quedan sin equívoco asignadas a la función de objeto indirecto cuando coexiste un sustantivo que desempeña la de objeto directo. 




*_ esto es mio.


Salud,
rafael.
Confianza y respeto.

miércoles, 8 de mayo de 2019

2do Nocturno de la EAI 2019

Poco a poco voy a ir subiendo fragmentos de un video que es este link tienen entero.
Es "El Funambulista" de Peter Brook.
Espero que les guste.

Acá está uno de los fragmentos que habla sobre la música, el tiempo y el tempo.